El idioma nos permite comprender lo que las personas nos quieren decir, pero además son una puerta de acceso a la cultura. Nos facilita comprender qué es lo que pasa en determinada situación, por ejemplo por qué las personas sonríen, se enojan, se acercan o se alejan. Por ello cuando una persona no conoce el idioma es probable que se sienta perdida en el contexto y le resulte difícil la interrelación con los demás.
Muchos de los voluntarios trabajarán directamente con comunidades indígenas, es decir con personas que tienen como idioma materno el kichwa y han aprendido el español como segundo idioma. Por ello es muy importante que los voluntarios tengan un buen idioma de español para que se puedan relacionar con mayor facilidad.
Además, el tipo de trabajo y responsabilidades que las organizaciones puedan asignar a los voluntarios también va a depender del nivel del idioma del voluntario. El conocimiento del idioma se convierte así en un eje que atraviesa toda la experiencia.
Por ello recomendamos a los voluntarios que se esfuercen mucho en fortalecer su nivel de español, tanto previo a su llegada al Ecuador como durante toda la experiencia. Que conversen con todo el mundo en español. No importa que al comienzo su español sea limitado. Es importante que no tengan vergüenza, con el tiempo lo mejorarán. Lo importante es que la gente vea su interés y seguro ellos les ayudarán a mejorar su español.
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